Icon header
Icon header
Icon header
Icon header

General: 932 850 010

Urgencias: 932 850 777

Otitis infantiles. ¿Por agua?

Consejos de salud
Esquema de la estructura del oído

La discusión es frecuente, hay diferentes opiniones, incluso entre los profesionales de la salud. Ordenar la protección con tapones de oído parece una actitud prudente e inofensiva, pero creo que se deben considerar las incomodidades que ocasiona al niño, que va a quedar ensordecido si los tapones realmente se adaptan bien, y a la familia que va a estar pendiente, a veces "angustiosamente" pendiente, de que el niño cumpla las órdenes medicas.

Conviene pues establecer los problemas que la humedad puede provocar en la salud ótica. Para ello veamos sucintamente cómo es y cómo funciona un oído.

¿Cómo funciona un oído?

El oído es el órgano que se encarga de captar el sonido y transmitirlo al cerebro, que es el que lo interpretará. Está localizado en el interior del Hueso Temporal, alojado en unas cavidades que lo protegen de agresiones externas y esta formado por tres partes, denominadas Oído externo, medio e interno. El oído externo esta formado por el Pabellón auditivo y el Conducto Auditivo Externo (CAE) cerrado en su fondo por una membrana, el Tímpano, que lo separa del oído medio. Las paredes del CAE están recubiertas por una fina capa de piel cuya afectación, ya sea por motivos infecciosos o inflamatorios, va a constituir lo que genéricamente denominamos Otitis externas. El tímpano cierra el fondo del CAE y lo separa del oído medio; es una membrana que actúa como la de un tambor, transmitiendo las ondas sonoras al interior, pero también aislando el oído medio del ambiente exterior.

El oído medio esta formado por un sistema de cavidades comunicadas entre sí. La principal se denomina Caja timpánica y constituye una autentica caja en la que un lado es el tímpano y el lado contrario la frontera con el oído interno. Ambos lados están unidos por la cadena de huesecillos, que transmiten la vibración del tímpano al oído interno. Pero para que este sistema funcione correctamente es necesario que la presión atmosférica del interior del oído medio sea igual a la presión ambiental, equilibrio de presiones que se consigue a través de un conducto, la Trompa de Eustaquio, que comunica el oído con las vías respiratorias, y que constituye el eslabón principal en la patología otológica en la infancia. La obstrucción de esta trompa va a impedir el equilibrio de presiones, con lo que a través de un complejo mecanismo, el propio oído medio va a secretar un líquido mucoso que se acumulará produciendo la denominada Otitis media secretora u Otitis serosa, que es la entidad básica en la patología ótica infantil.

El tercer segmento es el oído interno; aloja unas estructuras membranosas, una parte, denominada Coclea y relacionada con la audición, y otra parte, Vestíbulo o Laberinto, con el equilibrio, y de aquí emergen los nervios auditivo y vestibular que trasladarán al Sistema Nervioso Central los impulsos correspondientes. Esta parte del oído no tiene ningún contacto directo con el exterior por lo que es difícil su contaminación por agua, pero se puede ver afectada como complicación de una otitis media (son casos excepcionales pero peligrosos y la aparición en el curso de una otitis de vómitos incoercibles, zumbidos, desequilibrio o cefaleas ha de ser motivo de atención urgente).

¿Dónde y por qué puede influir el baño?

Establecido este esquema, es fácil comprender dónde y porqué puede influir el baño. En un oído sano, el agua contacta con la piel del CAE y con el Tímpano. En principio serán pues éstas las estructuras sensibles, pero para que se desarrolle enfermedad hará falta que exista una lesión previa de estas zonas, dermatitis o cualquier otra patología de la piel que la haga más sensible a la humedad, predisposición personal o patología del CAE que dificulte la evacuación del agua una vez haya penetrado (osteomas de conducto, exostosis u otras estenosis) manteniéndose el CAE húmedo demasiado tiempo, ya que parece demostrado que la persistencia de humedad en el CAE facilita el crecimiento de determinadas gérmenes, que al colonizar en la piel van a provocar una otitis externa, tan típica en verano. Por otro lado, un tímpano sano e íntegro va a impedir que el agua alcance el oído medio por lo que, en estos casos, no hay nada que temer; en cambio, si la membrana esta perforada o su estructura debilitada por infecciones previas, su capacidad de aislamiento desaparece y podremos tener entonces problemas de otitis media por el contacto del liquido con la mucosa del oído medio, que no esta preparada para ello.

Un problema diferente lo constituye la inmersión submarina; los cambios de presión, incluso a muy pocos metros (a 2-3 m. de profundidad ya se puede notar la diferencia de presión) han de ser compensados, como queda dicho más arriba, por el mecanismo de equipresión tubárica: un trastorno a este nivel puede producir fácilmente, mucho mas fácilmente de lo que suele creerse, problemas inflamatorios en el interior del oído medio con la consiguiente otitis secundaria. Pero este mecanismo no es un problema de entrada de agua, sino de presión ambiental, que no se va a resolver con la colocación de tapones en los oídos.

Otro tema muy habitual: niños intervenidos de drenaje transtimpánico con el tubo de drenaje en su sitio. El drenaje transtimpánico es el sistema utilizado para corregir los problemas derivados de una obstrucción de la trompa de Eustaquio que no haya respondido a otros tratamientos y consiste en la colocación a través del tímpano de un tubo de drenaje que comunica directamente el oído medio con el CAE. Equivale a una perforación timpánica y por consiguiente estaríamos ante una situación de "no agua". Sin embargo, existen en el mercado diferentes modelos de prótesis, y alguno de ellos permite el baño sin protección. Hay modelos con una válvula incorporada en la luz del drenaje que permite la salida e impide la entrada de liquido, pero en la practica su uso es muy restringido por que frecuentemente se obstruyen; en otros casos la impermeabilidad se basa en la forma y composición del tubo, que facilitan la producción de una burbuja aérea por tensión superficial en la luz del tubo cuando se llena de agua, impidiendo así el paso del liquido .Se trata de un mecanismo no aceptado por todo el mundo pero, según mi experiencia puedo afirmar que realmente son efectivos, y la inmensa mayoría de niños portadores de este tipo de drenajes se bañan sin protección y sin problemas.

En conclusión, el contacto en sí del agua con un oído sano no debe representar ningún riesgo específico que merezca la pena prevenir, pero no debemos olvidar que el ser humano, como la mayoría de los mamíferos, no está hecho para vivir bajo el agua y, en aquellos casos en que exista alguna patología de oído externo (prácticamente todas las patologías) y ocasionalmente en patologías del oído medio, que se va a ver principalmente afectado por vía nasal, conviene tomar precauciones. Muchas veces es suficiente secar el CAE con aire caliente (secador de pelo) o instilar unas gotas de alguna solución alcohólica después de los baños; otras veces será necesaria la colocación de tapones oclusivos en los oídos, teniendo en cuenta que para que sean efectivos deberán taponar totalmente el conducto. Desgraciadamente, en algún caso deberemos prohibir taxativamente la práctica de la natación, pero afortunadamente esto es cada vez más raro.

Equipo Clínica Ntra. Sra. del Remei

Viernes, 9 Diciembre, 2016 - 13:39

Accesos directos