Hacer ejercicio físico es esencial para mantener una vida saludable, pero hacerlo a más de 30 grados puede ser peligroso para nuestra salud.
Cuando realizamos cualquier deporte, aumentamos considerablemente la temperatura corporal y se producen ciertos cambios fisiológicos.
En condiciones normales nuestro organismo dispone de un sistema de enfriamiento natural que regula estos cambios, pero bajo altas temperaturas y ambientes excesivamente cálidos, nos puede fallar. Es muy importante tener especial control sobre:
- Nuestro incremento de pulso o frecuencia cardíaca por minuto.
- Posibles dificultades respiratorias.
- Nuestra temperatura central. Uno de los primeros síntomas del golpe de calor, es la fiebre.
- Aumento de la sudoración y del flujo sanguíneo en la piel. Realizar deporte bajo altas temperaturas puede provocarnos estrés térmico y metabólico.
A continuación te dejamos algunos consejos para que puedas mantener tu práctica deportiva con seguridad:
- Escoge bien el horario. Intenta que tus horas de ejercicio sean a primera hora de la mañana o a partir de las 8 de la tarde para evitar las horas de máximo calor.
- Bebe sin sed. Entre 200ml y 400ml de agua cada 20-30 minutos para evitar la deshidratación mientras practicas deporte y , si es posible, empieza este intervalo 4 horas antes de empezar.
- Cubre siempre tu cabeza, con gorra transpirable y a poder ser, con cubre nucas.
- Utiliza ropa muy ligera, transpirable y cómoda. Existe un poliéster de microfibra de alto rendimiento que expulsa el sudor y evita que nos sintamos húmedos.
- Protección de los rayos solares en zonas no cubiertas. Protégete del sol con una crema ligera y resistente al sudor.
- Estira. El calor que sentimos al practicar deporte en verano no nos libera de no calentar para evitar daños musculares y posibles lesiones.