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La máxima eficacia con la mínima afectación
La braquiterapia de próstata, también llamada “radiación interna”, consiste en implantar fuentes radioactivas en el interior de la próstata para combatir el cáncer. Esta técnica permite dar dosis altas de radiación, pero de forma localizada, sin perjudicar a los órganos sanos que están en la zona.
La palabra Braquiterapia deriva del prefijo griego braqui, que significa corto, ya que la irradiación se realiza en el interior de la próstata (corta distancia), a diferencia de la radioterapia externa que se realiza desde fuera del cuerpo.
Es una técnica muy eficaz para combatir el cáncer de próstata ya que este se comporta como un tumor “dosis dependiente”, lo que significa que cuanta mayor dosis de radiación se le administre, mayor es el control que se conseguirá sobre el tumor.
La braquiterapia permite una mayor dosis de radiación en un área muy localizada. El implante se coloca muy cerca o dentro del tumor, de tal forma que daña las mínimas células normales que sea posible.
Con Braquiterapia, tanto la vejiga como el recto reciben muy poca radiación lo que evita efectos adversos tanto en esos órganos como en los nervios de la erección.
El tratamiento del cáncer de próstata con Braquiterapia no es nuevo. Pasteur, en 1911, trató un paciente con este tipo de cáncer con una aguja de radio a través de una sonda uretral.
En los últimos 15 años se han tratado en todo el mundo más de 150.000 pacientes con esta técnica, por lo que es considerada muy segura y con muy pocos efectos secundarios, especialmente si se realiza la técnica denominada "en tiempo real dinámico".
La técnica más innovadora y segura
Es una técnica nueva en la que tanto la planificación como la implantación de las semillas, se realizan en el mismo acto, evitando el riesgo de colocaciones incorrectas de las fuentes radiactivas por una mala colocación del paciente.
Las 60 a 120 semillas que se utilizan (dependiendo del tamaño de la próstata) se implantan una a una, controlando en todo momento, gracias a la ecografía transrectal, el sitio donde queda cada una de ellas.
De esta forma nos aseguramos de que no queden localizadas muy cerca de la uretra, en el exterior de la próstata o en el interior de la vejiga. La técnica del "tiempo real dinámico" nos permite hacer correcciones dentro del propio acto operatorio para asegurar que la distribución de las fuentes radiactivas y que la dosis aplicada es la mejor para ese paciente.
Aunque la técnica en tiempo real dinámico es más reciente y segura, muchos Centros que realizan tratamiento con Braquiterapia continúan aplicando la técnica denominada "pre-plan" en la que pasan entre 15 y 21 días entre la planificación y la implantación definitiva en el paciente. Si en el momento de la implantación, el paciente no es colocado exactamente igual que durante la planificación, es posible implantar fuentes radiactivas fuera de la próstata o cerca de la uretra, lo que causa síntomas urinarios severos o retención aguda de orina.
El cáncer de próstata: muy frecuente pero con una elevada supervivencia
En el mundo se han tratado con Braquiterapia más de 150.000 pacientes con cáncer de próstata.
Suele ser el de un hombre de cualquier edad que esté diagnosticado de un tumor localizado en la próstata. Por lo general, se trata de pacientes que tienen entre 50 y 88 años.
Para que un tumor de próstata sea considerado de bajo riesgo tiene que cumplir tres condiciones:
Según el Plan Director de Oncología, presentado por el ICO (Instituto Catalán de Oncología) en 2015, el cáncer de próstata es el más frecuente en los hombres en Cataluña, donde se registran 5.000 casos nuevos cada año.
Es un tipo de cáncer asociado a la edad y al envejecimiento de la población, lo que hace que su incidencia aumente cada año. Según las proyecciones del Plan Director de Oncología, en el año 2020 se producirán unos 6.000 casos nuevos anuales.
A pesar de la elevada incidencia, es un tumor de lenta evolución en la mayoría de casos, con una supervivencia del 84% a los cinco años.
Los pacientes con cáncer de próstata de bajo riesgo que se someten a tratamiento de braquiterapia consiguen una curación del 95 % a los cinco años, según un estudio de ICO-Idibell que se publica en la revista Brachytherapy.
Una rápida recuperación con escasos efectos adversos
Durante los 2 ó 3 primeros meses del implante, se pueden notar molestias uretrales:
La mayoría de los pacientes que presentan síntomas pueden hacer una vida normal con medidas higiénico-dietéticas y con medicación antiinflamatoria y alfabloqueante. Los síntomas van desapareciendo progresivamente a partir de los 3 meses hasta desaparecer completamente.
Los estudios indican que no se produce incontinencia de orina ni en los casos con RTU de próstata previa, siempre que se utilice la técnica de tiempo real dinámico. Todos los estudios coinciden en que la braquiterapia en tiempo real dinámico es el tratamiento para el cáncer de próstata que menos afecta la función sexual (preservación de la potencia en 75-100% de los casos).
La incidencia de complicaciones rectales es muy baja (con cifras inferiores al 2%). La retención urinaria se observa en menos del 3% de los casos.
En nuestra experiencia, iniciada en 2003, no hemos observado rectitis o retención de orina en ningún caso.
A las 4 semanas del tratamiento, se debe realizar un TAC para calcular la dosimetría definitiva (dosis de radiación que ha recibido la próstata, vejiga y recto). Los mejores resultados del tratamiento se observan en los pacientes en que la dosis al mes del implante es mayor de 140 Gy.
El control posterior se realiza con determinaciones de PSA cada 4 meses durante el primer año y, posteriormente, cada 6 meses.
El riesgo de una irradiación personal o del entorno familiar es algo que suele inquietar a los pacientes.
El Yodo125 es un elemento radioactivo de baja energía, cuya emisión está atenuada por los tejidos que rodean la próstata. Ninguna clase de radioactividad notable puede ser registrada próxima al paciente. Sólo en órganos muy cercanos a la próstata, como el recto y la vejiga, se detecta una pequeña cantidad de radiación que en el caso de la braquiterapia en tiempo real dinámico es muy inferior a la que reciben estos órganos cuando se utiliza la radioterapia externa.
Mujeres embarazadas
Las mujeres embarazadas, o susceptibles de serlo, no deben estar en contacto directo con el paciente durante un tiempo prolongado, durante los dos primeros 2 meses después de la implantación. A una distancia de 30 cm no hay el más mínimo riesgo de radiación, por lo que una persona embarazada puede permanecer en la misma habitación que el paciente todo el tiempo que quiera, respetando la distancia de 30 cm.
Niños
El contacto directo prolongado con los niños es desaconsejado durante los 2 primeros meses. Aunque el paciente puede abrazar y besar a un niño, debe evitar tenerlos sentados en sus rodillas un tiempo prolongado.
Relaciones sexuales
A las 2 semanas del tratamiento es posible reanudar las relaciones sexuales, pero utilizando preservativos. El esperma puede estar coloreado de marrón durante muchas semanas, debido al sangrado durante la implantación. Pasados 2 meses, no es necesario el uso de preservativos.
Emisión de semillas de Yodo en la orina
Después de la implantación y durante una semana, es posible (aunque muy poco probable) eliminar espontáneamente alguna semilla en la orina durante la micción.
En caso de intervención quirúrgica
En caso de intervención quirúrgica, a nivel de la pelvis (vejiga, recto, próstata, etc) es necesario advertir al cirujano de que se le han implantado semillas radioactivas en la próstata.