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La vesícula biliar es un órgano en forma de bolsa situado en la cara inferior del hígado y adherido a él. El na vesícula se almacena la bilis, sustancia producida por el hígado. Fundamentalmente, tras la ingesta de alimentos, la vesícula se contrae liberando la bilis al intestino, a través del conducto biliar llamado colédoco.
Esta bilis se mezcla con el contenido proveniente del estómago y facilita la digestión de algunos alimentos, especialmente las grasas.
La colelitiasis ó litiasis biliar, comúnmente llamada “piedras en la vesícula” aparecen por la precipitación y cristalización de las sales biliares en la vesícula. Se estima que un 10% de la población presentan colelitiasis.
Las complicaciones que pueden desencadenar son:
Cólico hepático: dolor agudo, situado en la parte central alta del abdomen y que se irradia hacia el lado derecho, por debajo de las costillas y en ocasiones también hacia la espalda. Muchas veces se acompaña de nauseas o vómitos. Esto es debido a que uno de los cálculos obstruye la salida de la bilis.
Colecistitis aguda: en ocasiones la persistencia de la situación de cólico hepático desemboca en una inflamación de la vesícula, y que frecuentemente, se acaba infectando. Esta situación requiere ingreso hospitalario y en ocasiones cirugía urgente.
Pancreatitis aguda: es la inflamación del páncreas causada por una obstrucción del conducto pancreático, que desemboca en el colédoco, por un cálculo. Un 20% de las pancreatitis pueden ser graves y en ocasiones requerir ingreso en UCI.
Ictericia: si los cálculos de la vesícula pasan al colédoco pueden producir una obstrucción del mismo y entonces presenta ictericia. Habitualmente va acompañado de cólico hepático y en ocasiones puede aparecer una infección llamada colangitis.
El diagnóstico de la colelitiasis se realiza por ecografía, en este caso es más sensible que el TC. En ocasiones, si hay sospecha de litiasis en la vía biliar puede realizarse una RNM.
El tratamiento de elección de la colelitiasis es la cirugía: se practica la extirpación de la vesícula. Hoy en día se realiza por vía laparoscópica: colecistectomía laparoscópica.
Esta técnica mínimamente invasiva requiere de tres o cuatro pequeñas heridas. Habitualmente a través de la herida del ombligo se introduce la videocámara, se practican dos pequeñas incisiones más para introducir el instrumental necesario para la colecistectomía.
Prácticamente la totalidad de los pacientes pueden ser dados de alta al día siguiente de la intervención, después de nuestra visita en su habitación.
Existe un pequeño porcentaje de casos en los que no es posible realizar la técnica laparoscópica, ya sea debido a la patología vesicular o bien a múltiples cirugías abdominales previas que dificultan esta técnica. En la consulta le informaremos de su caso particular.
Como en toda cirugía pueden surgir complicaciones postoperatorias, pero el riesgo es mínimo. Es por este motivo que se aconseja a los pacientes diagnosticados de colelitiasis realizar esta intervención quirúrgica para evitar las complicaciones que hemos comentado antes.
Como ya hemos mencionado, el paciente puede regresar al día siguiente a la intervención a su domicilio. Durante los primeros días se recomienda evitar esfuerzos físicos importantes y deporte. En la mayoría de los casos, dependiendo de la naturaleza del trabajo, los pacientes se reincorporan a su vida laboral a los 5 – 7 días del procedimiento laparoscópico.
Durante los primeros días se recomienda realizar una dieta pobre en grasas, pero transcurridos unos días podrá realizar una dieta libre.