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"Para evitar un dolor lumbar, caminar una hora el día puede ser muy eficaz."

08/11/2017
Entrevista a la Dra. Ivón González, neurocirujana de la Clínica del Remei, en el programa Vademecum de Radio Estel

¿Cuándo debemos acudir a la especialidad de neurocirugía?

En ocasiones recibimos pacientes derivados por doctores de otras especialidades, pero la inmensa mayoría de los pacientes acude espontáneamente. En este caso, debemos acudir a Neurocirugía cuando se nos hayan diagnosticado enfermedades que requieren tratamiento quirúrgico sobre el cerebro, los nervios, o en la columna vertebral. También cuando recibimos un traumatismo en la cabeza o en la columna es importante acudir a la consulta de neurocirugia.

Por lo tanto, ¿Qué es lo que trata la neurocirugía?

La neurocirugía es una ciencia que trata las patologías quirúrgicas del sistema nervioso.  Se denomina sistema nervioso (SN) a un conjunto de órganos formados por tejido nervioso cuya unidad funcional básica es la neurona. Tenemos alrededor de 100 mil millones de neuronas, células que se encuentran conectadas entre sí de manera compleja ( como si fuese una red) y que tienen la propiedad de generar, propagar, codificar y conducir señales por medio de gradientes electroquímicos.

Los órganos que conforman el SN son el Encéfalo (situado dentro del cráneo y formado por el Cerebro, el Cerebelo, el Tronco Cerebral y los Nervios Craneales)  y la Médula Espinal (ubicada en el interior de la CV, cuya prolongación son los Nervios Espinales).

Los órganos antes mencionados se encuentran rodeados de estructuras como las Meninges: membranas que se encargan de proteger al SN.

También tiene una parte autónoma que es la que actúa independientemente de nuestra conciencia regulando funciones imprescindibles para la vida como la respiración, el sueño, la nutrición, la circulación de la sangre o el latido cardíaco.

¿Cuáles son las intervenciones más frecuentes?

Las intervenciones más frecuentes son: Las hernias discales en la columna vertebral, los tumores, quistes y las hemorragias cerebrales.

También tratamos los trastornos de la circulación del ​líquido cefalorraquídeo (LCR), aquel que baña la superficie externa del cerebro y médula espinal y que nos protege del impacto sobre estas estructuras actuando como amortiguador entre el sistema nervioso y los huesos circundantes, participando también en el metabolismo cerebral.

También nos ocupamos de tratar quirúrgicamente malformaciones congénitas, u otras menos frecuentes pero igual de importantes como trastornos del movimiento, la epilepsia o la depresión profunda en pacientes donde son insuficientes las posibilidades farmacológicas

Por tanto, ¿La epilepsia es operable?

Si, desde dos puntos de vista. Uno porque a veces hay una lesión como un tumor o un quiste o una zona no bien desarrollada del cerebro que da lugar a la epilepsia y también porque aunque no  encontremos alguna de estas lesiones a veces es necesario “desconectar” alguna zona de esa red tan importante y compleja que comentaba antes, para que no se propague la convulsión/ epilepsia al resto del cerebro.

Sobre todo en niños, cada vez se utiliza más la cirugía de la epilepsia

¿Cuáles son los dolores más frecuentes?

Los dolores más frecuentes provienen de las enfermedades de la columna vertebral.  Entre ellas el dolor lumbar predomina con una alta incidencia. Se calcula que 7-8 individuos de cada 10 han padecido, padecen o padecerán de dolor lumbar, llegando a constituir la segunda causa de visita a los profesionales de la salud,  y la segunda causa de discapacidad laboral general solamente superada por las afecciones del aparato respiratorio. 

No es de extrañar que, aunque de carácter benigno, esta patología se haya convertido en un grave problema de salud en la sociedad occidental, por su elevada frecuencia y repercusión social, laboral y económica con consecuencias profesionales, familiares, sociales y psicológicas para quienes la padecen que merman su calidad de vida, hasta el punto que el 30 % de ellos acaban por padecer depresión.

Otros dolores muy frecuentes son los craneofaciales, entre los cuales, debemos destacar un tipo de dolor facial denominado Neuralgia del Trigémino, en referencia al Nervio afectado. Es reconocido como el dolor más intenso que puede soportar un ser humano y está caracterizado por asaltos repentinos, breves, paroxísticos y recurrentes de dolor facial unilateral agudísimo, en la distribución del V nervio craneal, habitualmente desencadenados por estímulos inocuos.

La ausencia de síntomas entre los ataques no logra evitar el temor al retorno de éstos, provocando un significativo impacto en medidas de funcionamiento diario, calidad de vida, bienestar, sueño, humor y estado de salud general, llegando a afectar laboralmente a un 34% de los afectados.  Los problemas comienzan a volverse más serios cuando un paciente se resigna al dolor, o lo padece durante más de algunos meses, deja de ser un síntoma para convertirse en una enfermedad crónica.

Esto impacta, no solo en la percepción personal del estado de salud, sino también en el funcionamiento cotidiano del núcleo familiar y en la dinámica social. Con frecuencia comienzan a presentarse insomnio, irritabilidad, tristeza, cansancio, ansiedad, pérdida de la autoestima, incertidumbre acerca del futuro, entre otros padecimientos que acompaña al dolor.

¿Qué técnicas utiliza? ¿Alguna revolucionaria?

Dependiendo de la causa y de la complejidad de la patología, de la edad y del estado general de salud de un paciente, utilizamos para su tratamiento un abanico de técnicas quirúrgicas:

Unas se consideran técnicas ABIERTAS, donde se extirpan segmentos de huesos u otros elementos que provocan compresión de las estructuras nerviosas, ocasionalmente respaldadas con la utilización de sistemas de fijación u osteosíntesis (barras,  prótesis, tornillos, sustitutos discales).

Otras técnicas se conocen como MICROQUIRÚRGICAS, porque somos capaces de extraer hernias discales, tumores o pequeños quistes a través de mínimas incisiones mediante el uso de Microscopios altamente especializados.

En ocasiones precisamos apoyo logístico de modernos aparatos de alta tecnología como los NEURONAVEGADORES, que incrementan la precisión de la localización de lesiones profundamente situadas.

Y cada vez más frecuentemente utilizamos una serie de procedimientos INTERVENCIONISTAS, en los cuales no se realizan heridas en la piel, si no que se utilizan electrodos, agujas o trócares para aplicar los diferentes tratamientos: algunos ejemplos son la Técnica de Radiofrecuencia, la Ozonoterapia o la Terapia Regenerativa Neuroespinal.

Como ha dicho anteriormente, uno de los dolores más comunes actualmente es el dolor lumbar. ¿A qué suele ser debido?

Comúnmente tiene su origen en el funcionamiento incorrecto de diferentes tejidos de la región lumbar incluyendo nervios, músculos, articulaciones zigoapofisiarias, también conocidas por facetarías y discos intervertebrales.

En la mayoría de los casos, el dolor se produce por el daño de varios de estos tejidos a la vez, que funcionan como piezas de un preciso mecanismo donde es necesaria la integridad de cada una para proporcionar una buena salud lumbar.

Las patologías del disco intervertebral se consideran de significativa contribución a la sensación dolorosa. Las hernias discales, protrusiones discales y la artrosis, son las patologías degenerativas más comunes.

La causa más frecuente del DOLOR LUMBAR es la degenerativa, asociada a cambios biomecánicos en la columna vertebral, resultando en un daño que puede alcanzar severa intensidad y provocar una gran limitación de nuestra calidad de vida.

¿Hay posibles prevenciones para evitar este tipo de dolor?

En este tema, como en cualquier otro, la EDUCACIÓN es la herramienta fundamental para la creación de una cultura de prevención. Actividad física regular, mantener el tronco erecto en las posturas de pie y sentadas para fortalecer el sistema de músculos erectores espinales. y del peso corporal, ejercicios de fortalecimiento muscular, evitar esfuerzos intensos.

Para evitar un dolor lumbar, caminar una hora el día puede ser muy eficaz.

 

Dra. Ivón González Valcárcel -  Neurocirugia

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