Existen una serie de alimentos poco recomendados en pacientes con cáncer de próstata. En este sentido, los especialistas en Urología aconsejan evitar o reducir el consumo de los siguientes alimentos:
- Es recomendable reducir o evitar el consumo de azúcar blanco o moreno, miel, dulces o golosinas, entre otros. En sustitución es más aconsejable edulcorar con néctar de agave, que se extrae del cactus y que es 3 veces más dulce que el azúcar. Sin embargo, su índice glucémico es muy bajo, siendo unas 3-4 veces menor que el de la miel.
- Tampoco se aconseja el consumo de harinas blancas (pan blanco, pastas o bollos), arroz blanco, cereales refinados y azucarados en el desayuno. En su lugar se puede consumir pan multicereales, que contiene una mezcla de avena, centeno, semillas de lino y otros cereales. Asimismo, el arroz integral o de la variedad de basmati, ya que tienen un índice glucémico inferior. Es interesante saber que el ajo y la cebolla ayudan a reducir los picos de insulina. Los cereales refinados y azucarados pueden sustituirse por copos de avena o cereales integrales.
- Se debe reducir el consumo de patata, exceptuando la variedad Nicola. La fécula puede sustituirse por lentejas, guisantes o judías.
- También se deben sustituir las confituras, mermeladas y frutas en almíbar por fruta fresca al natural. Son especialmente recomendables los arándanos, las frambuesas y las cerezas, ya que ayudan a regular los niveles de azúcar en sangre.
- Las bebidas azucaradas, tales como zumos industriales o refrescos carbonatados, también deben ser eliminadas. En su lugar, el paciente puede consumir agua con limón, té verde sin azúcar o con jarabe de agave, que combate directamente el cáncer. Para que el té verde libere catequinas debe dejarse en infusión alrededor de 10 minutos, y debe beberse antes de que pase una hora, para que éstas no se pierdan. Es recomendable que el paciente beba unas tres tazas al día.
- Las grasas vegetales hidrogenadas tipo margarina, y todas las grasas animales con omega 6 tampoco deben consumirse. El aceite de oliva es mucho más recomendable que el aceite de girasol o de maíz, al no estimular la inflamación.
- No debe consumirse carne roja “no orgánica”; es decir, de ternera, cordero y cerdo. Este tipo de carne o las carnes conservadas (embutidos) pueden incrementar la aparición de cáncer colorrectal, mama o próstata, entre otros. La Fundación Internacional para la Investigación del Cáncer recomendaba, en un informe de 2007, consumir un máximo de 500 gr de carne roja por semana, aunque debería restringirse el consumo a no más de 200 gr a la semana. Además, la producción debería ser “orgánica”, obtenida de animales criados al aire libre y alimentados en pastos naturales.
- Tampoco se recomiendan las comidas conservadas en sal o que contengan alto contenido de ésta, tales como los embutidos, el bacon o el jamón, ya que incrementa la posibilidad de cáncer de estómago.
- Las bebidas muy calientes también son desaconsejables, al incrementar la aparición de cánceres en la cavidad oral, la faringe y el esófago.
- No debe consumirse agua embotellada en plástico que haya estado al sol o en el congelador, al desprenderse cancerígenos como los PVC’s.
- Los lácteos convencionales tampoco son aconsejables porque contienen grandes cantidades de ácidos grasos omega-6. En su lugar pueden consumirse lácteos orgánicos o ecológicos.
- Los fritos tampoco son aconsejables. Las patatas o los aperitivos fritos pueden sustituirse por olivas, tomates cherry, etc.
- No deben consumirse bebidas alcohólicas destiladas.
- Tampoco debe el paciente consumir tabaco.
- No se recomienda la ingesta de Vitamina B elaborada en comprimidos o inyectables, porque tiene un potencial efecto estimulante sobre el tumor. No obstante, sí puede consumirse esta vitamina en alimentos naturales.